Este boletín tiene dos versiones: inglés y español. Para seleccionar el idioma que quieres recibir con tu suscripción, visita los ajustes de tu perfil, busca este boletín en “Subscriptions”, y selecciona la versión que quieres recibir. (Si necesites más ayuda, hay un guía en mi historias destacadas in Instagram, o me puedes contactar directamente.)
Read the English version here.
Se conocen como “antiguos primarios” el índigo, la rubia, y la gualda. Las tres se han demostrado por los siglos como fuentes excepcionales de azul, rojo y amarillo, usados en todo el mundo. Tuve la oportunidad de probar estos tres tintes históricos en julio. Conté sobre mis experiencias con la rubia y la gualda en el último edición de este boletín y ahora voy a compartir mis experiencias con el índigo.
Cada vez que preparo el índigo estoy nerviosa. Como mínimo, el índigo es caro, y si lo preparo mal voy a perder todo el dinero invertido en ingredientes y posiblemente la fibra también. Después de una experiencia con índigo hace unos meses que fue un desastre, estaba aún más ansiosa de intentar de nuevo, especialmente porque ya me había comprometido con unos talleres de índigo. Así que pasé el fin de semana largo del 4 de julio tiñendo con índigo en la cabaña de mi familia. No cambié nada de proceso menos la ubicación, pero creo que me ayudaron dos factores: la temperatura (en verano, el vat no se enfría mucho por la noche) y simplemente tener el tiempo, el espacio, y la ayuda (gracias Mamá!) para planificar mejor.1
Aunque todavía no me siento como experto en índigo, el éxito en la cabaña me dió más confianza para impartir los talleres. Fue la olla más grande de toda mi experiencia como tintorera! Obtuvimos resultados espectaculares, me di cuenta que sí sé bastante sobre el índigo, y en general lo pasamos muy bien. Es un taller más complicado que el de estampado en términos logísticos pero espero tener la oportunidad de repetirlo.



Mientras me enfocaba en la cuba de índigo, rubia y gualda, y el taller de estampado botánico, las plantas de índigo estaban creciendo en el jardín. El año pasado, las plantas crecieron muy rápidos, pero este año experimentaron unos desafíos: el gato de mis papás intentó comer los plantines (y sí comió algunos), no había mucha lluvia en la primavera, y el humo de los incendios en Canadá tampoco los hizo bien. Para darles lo más tiempo posible para crecer, esperé hasta el final de mi visita para cosechar.
El año pasado teñí con hojas frescas de índigo usando sal y machacando las hojas, y el color que resultó es uno de mis favoritos de toda mi experiencia como tintorera, un azul turquesa delicado. Este año esperaba repetir ese color con el mismo proceso.
Todas las especies de índigo contienen una sustancia llamada indican y una enzima que se mantienen separados en las hojas hasta romper las células- aquí, machacando las hojas con las manos, con la ayuda de la sal. La indigotina y la enzima combinan para formar indoxilo, que al combinarse con el oxigeno produce indigotina, la sustancia que produce el pigmento azul del índigo. Trabajar con hojas frescas de índigo es una manera de hacer esta reacción química con tus propias manos.2
Hay que recordar que si trabajas con lana existe la posibilidad de fieltrar, una lección que aprendí el año pasado pero parece que no aprendí muy bien porque este año me volvió a pasar. La lana que traje para teñir es muy delicada, y por eso no era una buena elección para trabajar con esta técnica de índigo. Pero también tenía varias pañuelos de seda. Trabaje con las hojas con los pañuelos para generar la reacción de indigotina, y cuando salía el líquido apreté las hojas para pintar sobre la lana. Así evité el fieltro pero el color no es muy parejo. El año que viene voy a trabajar la lana de otra manera. Pero los pañuelos quedaron hermosos. Cada una salió con matices únicos como resultado del contacto directo con las hojas. Al principio no fue a propósito, pero cuando vi el efecto traté de manipular los pañuelos para mejorar el efecto.
Finalmente, intenté otro proceso para reutilizar las hojas y el líquido con una extracción de indirubina (de un tutorial de la Dogwood Dyer). Indirubina (un compuesto tintóreo que se puede hacer de cualquier tipo de índigo y que da el tono azul violáceo) puede ser extraído con las hojas con una extracción alcalina y caliente (yo usé carbonato de calcio para el alcalino) que debería dar un color malva-morado. El mio salió gris verdoso que se oxidó lentamente hasta llegar a un gris violáceo… pero definitivamente es gris, no morado ni malva. Fue la primera vez que intenté esta técnica de teñido, y no sé por qué no obtuve malva. Quizás el pH no fue lo suficiente alto? Me gusta experimentar y reutilizar los baños de teñido, así que igual estoy feliz con el resultado, aunque probablemente nadie usaría un pañuelo de este color, voy a modificarlo en el futuro.
Algo que no esperaba cuando comencé a teñir fue el interés que desarrollé por la ciencia. Ahora estoy siempre pensando en qué es el color, qué químicas o minerales o reacciones producen el color, por qué y cómo el ojo lo percibe, y cómo cambia en el tiempo. Me encanta este libro. Me captiva desde la introducción donde dice (traducción mía): “El azul no está afuera, y tampoco está dentro de nosotros. El azul radiante de un azulejo es un tipo de colaboración entre nosotros y la planta.” Refiere a la manera en que los objetos que parecen azules tienen ciertas propiedades que absorben luz de algunos colores y reflejan otros, y a la misma vez transmiten señales que nuestros cerebros interpretan como azul. El azul no está dentro del ojo o el cerebro, pero tampoco está completamente dentro de la planta. Yo también pienso que mi trabajo como tintorera es una colaboración con las plantas: no “hago” el azul, sino trabajo junto con las plantas de índigo para revelarlo en los textiles. Entender ese proceso siempre es una aventura.
Gracias por leer! Este boletín llega un par de semanas tarde porque he estado muy ocupada estas últimas semanas. Por eso, tampoco están actualizadas la página web ni las redes sociales, estoy volviendo a esas rutinas. Pero todas las madejas y los pañuelos en las fotos están disponibles, y si ves algo que te guste me puedes enviar un mensaje para más información! Y me encantaría leer sobre tus experiencias con el índigo en los comentarios.
Tengo una pista más sobre el misterio del índigo fallido! En un Feedback Friday que estaba viendo que no tenía nada que ver con el índigo, Natalie Stopka mencionó que el hidróxido de calcio dura un año aprox y se debe guardar en un recipiente hermético. El mío tenía más de un año y estaba en una bolsa de plástico cerrada con un elástico, que podría explicar por qué la cuba no estaba en reducción.
Singing the Blues por John Marshall me enseñó la ciencia del índigo y tiene muchísima información de diferentes técnicas de índigo fresco.
Que bellos colores obtuviste!